Antropóloga y terapeuta feminista, ladina-mestiza guatemalteca, he aprendido que las realidades son complejas y en consecuencia, se requieren apuestas integrales. Me siento investigadora empedernida y formadora por vocación. Me convoca lo transpersonal, pues nuestra capacidad innata para sanar va de la mano de nuestra disposición política para crear y transformar la cultura en que vivimos.